viernes, 7 de mayo de 2010

iron man 2


Hace unos días fui a ver la secuela de Ironman. Esta segunda parte, titulada, obviamente, Ironman 2, continúa la saga iniciada brillantemente por la primera cinta, y en lo personal no me ha decepcionado. He leído por aquí y por allá artículos que califican esta película como regular, acusando a los responsables de haber creado un guión algo enmarañado en lugar de centrarse en el antagonismo entre Ironman y Whiplash. Son, dicen, demasiadas estrellas buscando el protagonismo, y no es para menos. Imagínense a Robert Downey Jr, Mickey Rourke, Scarlett Johansson, Gwyneth Paltrow, Samuel L. Jackson y Don Cheadle juntos. Y cada uno de ellos, como las estrellas que son, tratando de opacar al otro. Mantener el equilibrio de egos en estas condiciones es algo realmente complicado.
Aunque el liderazgo de Robert Downey Jr. es obvio, me parece que en esta segunda parte se ha ablandado un poco. En algunos momentos se le ve incluso algo patético, pero se recompone con éxito. Y es que no me imagino a nadie mejor que él para representar a Tony Stark.
(continúa tras el salto)
Pero las palmas (digo yo) se las lleva Mickey Rourke. Lástima que su papel sea menos épico, menos parejo con el de Ironman. Whiplash pudo haber sido mucho mejor, pero eso hubiera equivalido a quitarle el protagonismo a Downey, y estoy seguro de que Rourke habría podido dejarlo en segundo plano, pero no se lo permitieron.
Scarlett Johansson está bien en su papel. Es difícil ver a una actriz como ella, encasillada en roles más bien pasivos y con un récord impresionante de películas rosas, dando patadas y saltando acrobáticamente por los aires como si fuera Milla Jovovich en Resident Evil. Johansson queda muy por debajo de Gwyneth Paltrow, quien a mi parecer se lleva el aplauso en las actuaciones femeninas.
Lamento también que a Samuel L. Jackson le hayan asignado un rol tan pequeño, y que hayan cambiado a Terrence Howard por Don Cheadle para interpretar a War Machine, pero al parecer Howard quería demasiado dinero y Cheadle aceptó lo que le propusieron.
En fin, que se trata de una buena película, algo caótica pero divertida. Las dos horas se pasan volando y la volvería a ver sin pensármelo dos veces. Me habría gustado más un mano a mano entre Ironman y Whiplash. Siempre he pensado que, tratándose de cintas de superhéroes, lo más sencillo es lo más efectivo: Resaltar con mayor claridad la lucha entre el bien y el mal. Son demasiados buenos contra un solo malo, que además es pobre y feo, pero más inteligente que los demás. Una lucha desigual, diría yo.

tecnoculto

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