Millones de líneas de teléfonos celulares podrían comenzar a ser suspendidas a partir del domingo por no haber sido registradas en una base de datos, que las autoridades pretender usar para combatir el uso de los móviles en la comisión de delitos como extorsión y secuestro.
El sábado vence el plazo para que los usuarios den de alta los celulares en el llamado Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT) con la advertencia de la autoridad responsable que las empresas telefónicas están obligadas a cumplir la ley bajo el riesgo de sanciones, aunque de antemano una compañía ha dicho que mantendrá el servicio.
De los 83.5 millones de usuarios de celular, sólo se habían registrado poco más de 54.7 millones. Los 28 millones restantes estaban en riesgo de perder el servicio.
La compañía española Telefónica, que en México opera con la marca Movistar y tiene cerca del 20% del mercado de móviles, anunció la noche del jueves que mantendrá el servicio a los usuarios y en caso necesario acudirá a los tribunales para defender su decisión.
"Las telecomunicaciones son un servicio de interés público protegido por la Constitución y por las leyes que no puede ser negado a la población", señaló la compañía.
El presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Héctor Osuna, advirtió el viernes que todas las empresas tienen que cumplir con la ley y de no hacerlo podrían enfrentar sanciones, incluida hasta una posible pérdida de la concesión.
"La ley es muy clara. Tienen una obligación que cumplir", dijo a la cadena Televisa.
Telefónica no había emitido el viernes alguna posición sobre los comentarios del presidente de la Cofetel.
El sábado vence el plazo para que los usuarios den de alta los celulares en el llamado Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT) con la advertencia de la autoridad responsable que las empresas telefónicas están obligadas a cumplir la ley bajo el riesgo de sanciones, aunque de antemano una compañía ha dicho que mantendrá el servicio.
De los 83.5 millones de usuarios de celular, sólo se habían registrado poco más de 54.7 millones. Los 28 millones restantes estaban en riesgo de perder el servicio.
La compañía española Telefónica, que en México opera con la marca Movistar y tiene cerca del 20% del mercado de móviles, anunció la noche del jueves que mantendrá el servicio a los usuarios y en caso necesario acudirá a los tribunales para defender su decisión.
"Las telecomunicaciones son un servicio de interés público protegido por la Constitución y por las leyes que no puede ser negado a la población", señaló la compañía.
El presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Héctor Osuna, advirtió el viernes que todas las empresas tienen que cumplir con la ley y de no hacerlo podrían enfrentar sanciones, incluida hasta una posible pérdida de la concesión.
"La ley es muy clara. Tienen una obligación que cumplir", dijo a la cadena Televisa.
Telefónica no había emitido el viernes alguna posición sobre los comentarios del presidente de la Cofetel.
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